Tras escuchar de su oncóloga que el cáncer ya no era tratable, porque se había hecho resistente a todas las opciones de tratamiento que habían probado y que el plan sería “mantenerlo cómodo mientras se iba deteriorando rápidamente” Ruth se fue a la habitación con él.
Nolan estaba sentado viendo vídeos de Youtube en su tablet. «Me senté con él y puse mi cabeza contra la suya y tuve la siguiente conversación»:
«Yo: ¿Te duele al respirar, no es cierto?
Nolan: Buuuuueno… sí
Yo: ¿Tienes mucho dolor?
Nolan: (Mirando hacia abajo) Sí.
Yo: Este asunto del cáncer apesta. No tienes que luchar más.
Nolan: ¿No tengo que luchar más? (Con felicidad) ¡Pero lo haré por tí, mamá!
Yo: ¡No! ¿Es eso lo que estás haciendo? ¿Luchas por mamá?
Nolan: Bueno… sí.
Yo: Nolan ¿cuál es el trabajo de mamá?
Nolan: ¡Mantenerme a salvo! (Con una gran sonrisa)
Yo: Cariño… Ya no puedo hacer eso aquí. La única manera en que puedo mantenerte a salvo es en el cielo. (Mi corazón hecho añicos).
Nolan: ¡Entonces, me iré al cielo y jugaré hasta que llegues! ¿Vendrás, no?
Yo: ¡Absolutamente! ¡No puedes deshacerte de mamá tan fácilmente!
Nolan: ¡Gracias mamá! ¡Iré a jugar mientras llegas!»
Fue la última conversación de Ruth y Nolan. Las horas siguientes hasta su muerte Ruth no se separó de él. Jugaron, vieron más vídeos, dispararon con pistolas de juguete a los hombres malos, sonrieron todas las veces que pudieron. Incluso una hora antes de morir se tumbaron juntos en la cama y le contó a su madre cómo quería que le recordaran… «por supuesto como un policía».
En un momento, Ruth se fue al baño, cuando volvió el sistema de Nolan se había colapsado, había entrado en un sueño profundo, pero aún así, Nolan recuperó el aliento por un instante para dedicarle las últimas palabras a su madre: «Abrió los ojos, sonrió y dijo ‘te amo mamá’. Entonces volvió la cabeza, cerró los ojos y falleció mientras Ruth le cantaba al oído.
Nolan Scully murió a los cuatros años en los brazos de su madre, después de una larga batalla contra el cáncer. La imagen que compartió la mamá en realidad son dos. En una de ellas se ve a Nolan tumbado en la alfombra del baño mientras su madre se duchaba; y en la otra la misma alfombra, pero sin Nolan. «con nada más que una alfombra vacía donde antes hubo una vez un hermoso y perfecto niño pequeño esperando a su mamá».
Si tu hijo hoy está a tu lado ‘esperándote’, deja todo para tener la cita más larga e importante de tu vida!
ESTIMADOS LECTORES: Nuestro mayor reto es hacer sostenible un periodismo independiente, que de voz al pueblo sin conflicto de intereses, apóyanos a seguir impulsando la libertad de expresión.| MEDIA KIT | SUSCRÍBIRSE | INGRESAR