- Durante los primeros dos años de la pandemia elaboraban hasta 100 paquetes diarios de aseo personal para entregar a los pacientes.
A pesar de los tiempos de incertidumbre, como la actual emergencia sanitaria por covid-19, las Damas Voluntarias del hospital San Juan de Dios han sabido hacerle frente al día a día de manera altruista y abnegada, todo por amor a los pacientes.
Para la doctora María Eugenia Villalta Bonilla, directora general del San Juan de Dios, su labor es indispensable para el hospital. “Las Damas Voluntarias, son un equipo más dentro de los funcionarios del centro médico, aunque su labor no sea remunerada. Su compromiso es al 100% diario. Nunca recibimos un no por respuesta, y eso lo agradece tanto el personal como los pacientes”, señaló la doctora Villalta Bonilla.
De acuerdo con doña Luisa Ureña Durán, presidenta de la Asociación del Servicio de Voluntariado, el servicio está integrado por aproximadamente 90 personas, pero durante el transcurso de la pandemia el número de voluntarios se vio reducido a 14. Pese al miedo y muchas veces hasta tristeza, el trabajo nunca se ha detenido.
“En esos momentos, en la parte más crítica de esta pandemia, teníamos que seguir trabajando, no podíamos detenernos. Los pacientes necesitaban artículos de aseo personal y ropa, especialmente los pacientes covid. Los primeros dos años de pandemia hacíamos hasta 100 paquetes de aseo personal por día para repartir por todo el hospital. Fue muy duro, pero teníamos que seguir adelante cumpliendo con nuestra misión de servicio”, afirmó Ureña Durán.
El continuo apoyo que reciben tanto a lo interno del hospital, como de asociaciones, empresas privadas y personas externas al centro médico, ha sido fundamental para la continuidad de su servicio al prójimo, aun en las épocas más difíciles.
Este grupo de voluntarias, quienes poco a poco han ido integrándose nuevamente al servicio en el hospital, son todo terreno y un digno ejemplo de vocación y amor para los más necesitados. Su trabajo va desde acompañar a los pacientes a sus citas médicas, preparar diarios de comida, hasta dotar de libros y otra clase de entretenimiento para quienes están internados.
La semana anterior, en conmemoración por el Día del Padre, recorrieron los distintos salones del centro médico para repartir regalos, música, alegría y, sobre todo, amor a los papás hospitalizados.
La misión de las Damas Voluntarias del San Juan de Dios es sencilla, ser auxilio en todo momento y aliado en el sufrimiento de aquellos que a diario transitan por los pasillos de este hospital.
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