La Defensoría de los Habitantes emitió un informe con recomendaciones sobre el estado de los servicios de salud de la Caja Costarricense del Seguro Social en la Región Brunca, identificando brechas en infraestructura, equipamiento y recurso humano que afectan el acceso y la calidad de la atención.
El hospital Fernando Escalante Pradilla es el centro de salud con mayor cantidad de denuncias ante la Defensoría sobre listas de espera en los últimos años; para abril del 2024 ocupaba el primer lugar con un 75 % del total de quejas, seguido por el Hospital Tony Facio, de Limón, con un 12%, el Hospital San Juan de Dios con 8% y el Hospital Rafael Ángel Calderón Guardia con 5%. En cuanto a la distribución de las especialidades denunciadas se ubica Oftalmología, Radiología e Imágenes Médicas, Neurocirugía, Cirugía General y Ortopedia.
Esta investigación se basó en informes recibidos por parte de los cinco hospitales de la Región Brunca, la Auditoría Interna y la Gerencia Médica de la CCSS y la Dirección del Centro de Desarrollo Estratégico e Información en Salud y Seguridad Social (CENDEISSS). Se realizaron entrevistas con funcionarios de la Caja, miembros de la Junta de Salud de los hospitales, autoridades del Ministerio de Planificación (MIDEPLAN), del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y de la Municipalidad de Osa. Además, se realizaron visitas e inspecciones a los hospitales de la región y a la Dirección Brunca de la CCSS.
Entre los principales hallazgos se puede mencionar el problema del recurso humano especializado, ya que todos los hospitales de la región y en algunas especialidades el servicio funciona con solo un profesional, entre ellas, ginecología, pediatría, cirugía general y anestesiología, limitando la capacidad de respuesta ante la creciente demanda de servicios. Entre 2020 y 2024, la CCSS perdió a 185 médicos especialistas debido a renuncias, traslados al sector privado o disminución de jornadas.
En cuanto a la infraestructura hospitalaria hay un deterioro importante, los quirófanos del Escalante Pradilla de Pérez Zeledón son pequeños e inseguros, mientras que, en el Hospital Tomás Casas, de Ciudad Cortés, hay problemas graves en el sistema de aire acondicionado y, en el caso del Hospital de Ciudad Neily el techo de la sala de shock está en condiciones críticas. En muchos de los servicios visitados, la Defensoría pudo observar problemas físico sanitarios, estructuras sin mantenimiento, espacios físicos incómodos para la prestación del servicio de salud tanto clínica como administrativa, entre otras situaciones visualizadas, fueron hechos recurrentes.
El equipamiento en los hospitales de la región es insuficiente. Solo en el Escalante Pradilla, por ejemplo, cuenta con un mamógrafo. Además, se detectó una falta de equipos básicos en varias especialidades, como incubadoras, monitores cardiacos, equipos de ventilación neonatal y dispositivos para gastroenterología. En dermatología y a junio de presente año, no contaba con un especialista asignado en toda la región, lo que obligaba a referir pacientes al Hospital San Juan de Dios en San José, aumentando los tiempos de atención. En el caso de optometría, más de 8.500 pacientes están en espera dado que ningún hospital de la región cuenta con optometrista por lo que no existe forma de depurar la lista de espera, porque el nivel primario no tiene forma de valorar pacientes.
También se detectaron deficiencias en el primer nivel de atención ya que en esta región existe un déficit de 35 EBAIS, según lo reporta la misma institución, lo que afecta la capacidad de brindar atención primaria efectiva y sobrecarga los hospitales.
Ante esta situación, la Defensoría giró una serie de recomendaciones, entre ellas, implementar un programa de formación regionalizado para médicos especialistas en la zona, asegurando que los nuevos profesionales permanezcan en la región después de concluir su formación. Para ello la Defensoría considera necesario crear incentivos multisectoriales que motiven la permanencia de los profesionales en los hospitales de la región.
También se recomendó inventariar en cada hospital la insuficiencia de equipos y priorizar mediante un proceso paulatino el equipamiento correspondiente. Otra recomendación es incorporar acciones para garantizar el mantenimiento preventivo de los equipos hospitalarios. Toda acción administrativa en materia de distribución de equipos -recomienda la Defensoría- debe realizarse de conformidad con el nivel resolutivo de cada hospital y con visión en red.
También se recomienda dotar a cada hospital con equipos esenciales, como mamógrafos, incubadoras y dispositivos de monitoreo cardiaco y priorizar el mantenimiento y la modernización de los quirófanos y otras áreas críticas. Fomentar la participación de los gobiernos locales y nacionales, instituciones públicas y privadas para mejorar las condiciones sociales de la región, desarrollar planes de infraestructura, y otros para hacer la zona más atractiva tanto para médicos como para otros profesionales. Se solicitó apresurar los proyectos de inversión para fortalecer el primer nivel de atención con mayor cantidad de EBAIS y el fortalecimiento de servicios en red.
Finalmente, se confía en el gobierno local de Osa el liderazgo del desarrollo intersectorial que involucre los actores sociales necesarios para generar atractivos regionales que motiven la permanencia de recursos humanos en la
zona.
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