Guardacostas y policías fronterizos costarricenses auxiliaron a pescadores nicaragüenses que estaba a la deriva

Barra del Colorado, Pococí, Caribe norte

•     Una falla en el motor provocó que lancha fuera arrastrada hacia aguas costarricenses

•     Los guardacostas les repararon el motor, les dieron agua y los escoltaron hasta el límite marítimo entre los dos países

Como parte de su misión humanitaria, oficiales del Servicio Nacional de Guardacostas y de la Policía de Fronteras auxiliaron a cuatro pescadores nicaragüenses, quienes a raíz de un desperfecto en el motor de su lancha quedaron a la deriva y fueron arrastrados por las corrientes marinas hasta el Caribe norte costarricense.

De acuerdo con el reporte policial, el incidente se registró durante la mañana del domingo, luego de personal de la Estación de Guardacostas de Barra del Colorado y la Policía de Fronteras detectaran una embarcación nicaragüense en las cercanías de la desembocadura del río Colorado.

Se trata de una lancha de pesca artesanal de nombre Jamaica, matrícula M-1545, de bandera nicaragüense, cuyos tripulantes, al ser consultados por los guardacostas acerca de su presencia en aguas nacionales, indicaron que ellos habían salido desde las 5 de la mañana del puerto de San Carlos en Nicaragua para ir a pescar.

No obstante, según lo explicado por los nicaragüenses, poco después el motor se les descompuso, perdiendo así toda capacidad para maniobrar la embarcación, lo cual los dejó a la deriva.

Es por ello que los oficiales del Guardacostas, tras revisar dicho motor, detectaron presencia de agua en los filtros de combustible, por lo que procedieron a realizar las reparaciones pertinentes, con lo que el motor pudo volver a arrancar.

Durante la inspección de rigor realizada a la nave, las autoridades costarricenses no encontraron nada sospechoso a bordo, por lo que, tras suministrarles agua, los escoltaron hasta la frontera marítima entre los dos países a efectos de que regresaran de manera segura a su país.

Los pescadores son dos adultos de nombres Bryan Díaz García, quien era el capitán, Roger Uriel García Segura de 19 años, así como dos menores de edad identificados como José Ariel Pérez Astorga y Josué Martínez Raude, ambos de 17 años de edad.

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