La batalla en la ciudad ha finalizado tras la rendición y evacuación de los 264 militares ucranianos atrincherados durante más de dos meses en Azovstal. Rusia los considera «prisioneros de guerra», aunque promete un «buen trato».
Evacuación de los soldados ucranianos desde Azovstal. EFE
La batalla por Mariúpol ha finalizado. Ucrania ha dado por «concluida la defensa de la acería de Azovstal» y, con ello, de toda la ciudad de Mariúpol, en el sureste del país.
El capitulo se cierra para Rusia en otro términos, con la de «rendición» de los 264 militares ucranianos que resistían desde hace más de dos meses en la acería. El Kremlin que considera a estos soldados prisioneros de guerra, ha garantizado que recibirán un trato «acorde con las leyes internacionales», así lo ha afirmado el portavoz de Presidencia rusa, Dmitri Peskov.
Han pasado 83 días desde que Rusia inició la invasión a Ucrania, un periodo en el que Azovstal se convirtió en símbolo de la resistencia.
El Estado Mayor del Ejército de Ucrania ha dicho este martes que los soldados que resistieron a las fuerzas militares rusas en la acería de Azovstal han cumplido su misión», tras haber logrado evacuar de la zona a más de 200 militares. Queda la duda de si queda gente en el interior de la fábrica, aunque fuentes ucranianas sugieren que sí.
Ucrania ha afirmado hoy que continuará el trabajo para «salvar las vidas» de los combatientes atrincherados en Azovstal y ha confiado en poder «intercambiarlos por prisioneros de guerra rusos».
Sin embargo, el presidente de la Duma (cámara baja) del Parlamento, ruso, Viacheslav Volodin, ha asegurado que los «criminales nazis», en referencia a los integrantes del batallón nacionalista Azov, no deben ser intercambiados. «Son criminales de guerra y tenemos que hacer lo todo para que respondan ante la Justicia», ha dicho.
El diputado ultranacionalista ruso Leonid Slutski, ha ido más allá, considera que los combatientes de Azov -también ultranacionalistas- merecen la pena capital, y ha propuesto «hacer una excepción en la moratoria sobre la aplicación de la pena de muerte en Rusia». Rusia introdujo dicha moratoria al entrar en el Consejo de Europa en 1996.
No hay negociaciones
El Gobierno de Rusia ha reconocido que actualmente no hay ningún tipo de negociación con las autoridades de Ucrania para rebajar las tensiones bélicas, según Moscú por la falta de compromiso de Kiev con un diálogo que no ha dado apenas resultados prácticos.
El viceministro de Exteriores ruso, Andrei Rudenko, ha confirmado que «las conversaciones no siguen». «De hecho, Ucrania ha salido de este proceso«, ha dicho, en declaraciones a la prensa durante un foro recogido por la agencia de noticias TASS.
Moscú acusa a Kiev de no responder a sus propuestas y el propio presidente ruso, Vladimir Putin, aseguró en una reciente conversación con su homólogo finlandés, Sauli Niinisto, que las autoridades ucranianas «no tienen ningún interés» en lograr la paz.
Los reproches son mutuos, ya que también el Gobierno de Ucrania se ha pronunciado en términos similares contra el de Rusia. De hecho, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha propuesto en varias ocasiones sin éxito un cara a cara con Putin.
Las negociaciones entre las partes se estancaron hace mes y medio, después de recrudecerse los combates en Mariúpol y salir a la luz las imágenes de Bucha.
La última ronda de conversaciones presenciales entre los delegados de ambos países tuvo lugar en Estambul, el pasado 29 de marzo.
Tras esta reunión, las partes sugirieron tímidos avances en la negociación, pero las semanas posteriores pusieron de relieve que las diferencias siguen siendo irreconciliables, pese a que los contactos continuaron en formato de videoconferencia.
Así, el pasado 9 de mayo, el jefe negociador ruso, Valdímir Medinski, aseguró que las negociaciones en formato remoto continúan y «no han parado».
Ataques en Chernígov y Leópolis
Mientras tanto, sigue la actividad militar con ofensiva rusa y contraataques ucranianos. Al menos 8 personas han muerto y otras 12 han resultado heridas en la madrugada de este martes como consecuencia de un ataque aéreo con misiles del Ejército ruso en la región de Chernígov, en el norte de Ucrania y cerca de Kiev.
También en la región de Sumy, en el noreste del país, los rusos han efectuado hoy ataques contra varias localidades limítrofes con Rusia, según publicó el Comando Operativo «Norte» de Ucrania en su página de Facebook.
Las Fuerzas Armadas de Rusia han destruido con misiles de crucero de largo alcance «Kalibr» en la región de Leópolis armamento y equipamiento bélico enviado a Ucrania por Estados Unidos y la Unión Europea, según informó hoy el Ministerio de Defensa ruso. Según el portavoz de Defensa, Ígor Konashénkov, se trataba de armamento preparado para su envío a la región del Donbás.
En su empeño por frenar la posible llegada de armamento de Occidente al frente, el Ejército ruso ha destruido una subestación eléctrica en la estación de trenes de Merefa, en la región de Járkov, con lo cual ha impedido el funcionamiento de los trenes eléctricos en esa dirección; los ataques no han causado víctimas.
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