𝗛𝗶𝘀𝘁𝗼𝗿𝗶𝗮 𝗰𝗼𝗺𝗽𝗹𝗲𝘁𝗮 𝗱𝗲𝗹 𝗮𝘀𝗲𝘀𝗶𝗻𝗮𝘁𝗼 𝗱𝗲 𝗝𝗼𝘀𝗲𝗯𝗲𝘁𝗵 𝗥𝗲𝘁𝗮𝗻𝗮 𝗥𝗼𝗷𝗮𝘀
El ángel al que el pueblo de Costa Rica recordará por siempre.
La historia de esta pequeña comenzó a teñirse de tristeza desde aún antes de nacer, tenía tres meses de vida dentro del vientre de su madre, cuando su papá la abandonó y nunca más regresó.
Era el 05 de septiembre del año 2005 en un pequeño pueblo llamado Orquetas de Sarapiquí. Un pueblo con caminos de lastre, rodeado de vegetación y bañado por ríos que más parecían manantiales.
Habitado por personas humildes, honestas y trabajadoras, una comunidad donde todos se conocían.
En el lugar vivía una hermosa niña llamada Josebeth Retana, a la cual, los vecinos de cariño le llamaban: El ángelito de Ticari.
Josebeth cursaba el segundo grado de la escuela, vivía con su madre, su padrastro y sus dos hermanos, medía 1.39 metros, pesaba 26 kilos, su cabello era oscuro y sus ojos color café.
Su ultimo día de vida la niña portaba su uniforme escolar, zapatos negros y una mochila color rosado, dentro de la misma, llevaba una capa también de color rosado para protegerse del agua en caso de que lloviera, además llevaba ocho cuadernos y un lápiz de minas.
La niña acostumbraba ir a la escuela en su bicicleta, pero lamentablemente ese día se le había reventado la cadena, por lo que tuvo que irse caminando a la escuela. El día de su desaparición asistió a clases con normalidad y salió como era costumbre, a las 2:30 de la tarde.
Pese a que el trayecto de la escuela a su casa, era de aproximadamente un kilómetro, la niña acostumbraba quedarse conversando con alguna compañerita o sentarse a la orilla del camino, para contemplar los peces en la quebrada, por lo que era normal que tardara hasta una hora, para llegar a su hogar.
𝗘𝗹 𝗱𝗶𝗮 𝗱𝗲 𝘀𝘂 𝗱𝗲𝘀𝗮𝗽𝗮𝗿𝗶𝗰𝗶𝗼𝗻: Al salir de la escuela; cuando iba de camino a su casa se encontró con Daniela, quién tenía 11 años y además era su mejor amiga. Daniela sabía que Josebeth era una niña muy pobre, por lo que en un acto de amor y amistad, aprovechó para regalarle un pantalón tipo mangano que ya no iba utilizar. La niña continuó su camino muy contenta jugando avioncito y haciendo piruetas con el pantalón que le había regalado su amiguita. Unos metros después se topó con otro amiguito, (un niño de sexto grado) quién le dijo que se fuera para la casa con cuidado, a lo que Josebeth confiada en que conocía muy bien el camino ya que todos los días realizaba el mismo recorrido, le respondió que ella no tenía miedo. Ella se sentía muy tranquila, ya que era su pueblo y conocía a todos los que vivían en él.
Lamentablemente, la niña no sospechaba lo que estaba por sucederle, no imaginaba que en el camino un depredador la estaba esperando, para robarle su inocencia, para arrebatarle su vida.
testigos relataron a la policía, haberla visto conversando con un niño sobre un puente, que estaba sobre una quebrada de camino a su casa.
Posteriormente, se despidió de su amiguito y caminó unos 50 metros hasta llegar a un árbol de nances, donde recogió algunos, posiblemente, para su mamá, ya que a esta le gustaban mucho y como hacía poco tiempo había dado a luz a su hermanito, no podía ir a cosecharlos, por lo que la pequeña acostumbraba llevarle.
𝗩𝗶𝘀𝘁𝗮 𝗽𝗼𝗿 𝘂𝗹𝘁𝗶𝗺𝗮 𝘃𝗲𝘇
La reconstrucción de los hechos, (antes de la desaparición de la niña) determina que, la última persona que vio a Josebeth, habría sido un respetado y querido artesano de la zona. Un señor de apellido Jiménez. Quién le indicó a la policía que cuando regresaba hacia su casa, observó a un hombre con un saco y un cuchillo, al lado adentro del portón que resguardaba la entrada a una finca, y que extrañamente, el sujeto procedió a esconderse cuando determinó que él lo estaba observando.
El artesano siguió caminando y unos metros después se topó con la niña, ambos se saludaron y continuaron su camino. A esto, es importante agregar que el niño que estuvo conversando con Josebeth en el puente, también indicó haber visto al mismo hombre ingresar a dicha propiedad.
Durante la investigación, cuando la policía le consulta al hombre sobre su presencia en dicha finca, este, indicó que se encontraba realizando un trabajo. Lo cual, posteriormente fue desmentido por el dueño de la propiedad, quién negó haber contratado al sospechoso para ejecutar algún trabajo en su finca.
El rejoj marcó las 05:00 de la tarde, la oscuridad se comenzaba a asomar, la noche estaba por caer y Josebeth no había llegado a su casa. Es en ese momento cuando su madre comienza a preocuparse y decide ir a la escuela a buscarla. Para su sorpresa, la niña no estaba en el centro educativo, preguntó a varias personas y nadie sabía donde estaba la menor. De inmediato la madre, alertó a las autoridades de la desaparición de su hija. Habían transcurrido ya, más de dos horas desde que salió de clases, no llegó a casa y nadie sabía donde estaba.
La policía de inmediato comenzó a recorrer el camino que frecuentaba la niña, preguntando a los vecinos si la habían visto pasar; algunos indicaron que la habían observado por última vez, descansando debajo del árbol de nances.
Los policías recorrieron toda la zona buscando a Josebeth, pero, lamentablemente la niña no aparecía, no habían rastros de ella, parecía que se la hubiera «tragado la tierra».
Pasaron cinco días en los que la pequeña no aparecía, policías, cruzrrojistas y personas de todo el pueblo la buscaban incesantemente, pero la búsqueda no dio resultado. la niña nunca sería vista otra vez con vida.
¿𝗗𝗼𝗻𝗱𝗲 𝗱𝗲𝘀𝗮𝗽𝗮𝗿𝗲𝗰𝗶ó 𝗝𝗼𝘀𝗲𝗯𝗲𝘁𝗵?
La hipótesis de la policía, sugiere que, la niña desaparece cerca de un portón, en la entrada de una finca que se encontraba a unos 50 metros del árbol de nance, donde fue vista por última vez. Esto, porque una vecina que vivía inmediatamente después de la entrada de dicha finca, mencionó a las autoridades, que todos los días veía a la niña pasar frente a su casa, pero el día de su desaparición, la niña no pasó por el lugar.
𝗛𝗮𝗹𝗹𝗮𝘇𝗴𝗼 𝗱𝗲𝗹 𝗰𝘂𝗲𝗿𝗽𝗼
Dos jóvenes que acostumbraban ir a pescar a la quebrada, fueron quienes encontraron el cuerpo de la menor. El hallazgo se dio cuando uno de ellos decidió darse un baño en el río y se sumergió en el agua, en ese momento logró ver un saco con algo adentro, “prensado” en la raíz de un árbol. Cuando los muchachos empujaron el saco con una vara de madera, este se desprendió de las raíces del árbol y salió a flote. Esto provocó que la tenue corriente de la quebrada lo arrastrara hasta una orilla, donde quedó atascado en unas piedras.
Es en ese momento, cuando los jóvenes logran observar que del saco sale una rodilla y cabello humano. Ante el hallazgo, uno de ellos se queda custodiando el cuerpo, mientras el otro se va para pedir ayuda.
Al llegar la policía, se percatan de que la niña es Josebeth Retana Rojas.
La menor estaba en una posición fetal dentro del saco, aún llevaba puesto su uniforme de escuela, sin embargo no llevaba puesto su calzoncito. En el salveque estaba el pantalón que su amiguita le había regalado, junto con sus útiles escolares.
La noticia debastó no solo a su madre, no solo al pueblo de Sarapiquí, sino a todo el país, la niña cuya desaparición, todos los días era la principal noticia de los medios de comunicación, acababa de aparecer sin vida.
¿𝗤𝘂𝗲 𝗽𝗿𝗼𝘃𝗼𝗰ó 𝗹𝗮 𝗺𝘂𝗲𝗿𝘁𝗲 𝗱𝗲 𝗹𝗮 𝗻𝗶ñ𝗮? Según los resultados de la autopsia, los cuales fueron revelados por él entonces, director del organismo de investigación judicial (OIJ): La niña fue arrojada a las aguas del río, cuando, aún se encontraba con vida, y su muerte se produjo por ahogamiento. Esto se logra determinar, ya que los médicos encontraron agua con arena en sus pulmones y estómago.
Además, se encontró gran cantidad de arena en su boca, carita y dentro del mismo saco, lo que hizo suponer a las autoridades, que la niña fue sumergida contra la corriente, es decir; el asesino la sumergió y la mantuvo debajo del agua mientras la pequeña luchaba por respirar, hasta que ya no pudo más y murió ahogada.
También se determinó que la menor había sido golpeada en la parte posterior de la cabeza con un objeto contundente, se presume que el asesino golpeó la cabeza de su víctima, con una piedra para aturdirla y así poder introducirla dentro del saco.
Posible escenario: Josebeth debió ser tomada por la fuerza cuando pasaba frente al portón donde la esperaba su asesino, posiblemente levantándola del suelo y tapando su boquita para que no pudiera gritar.
El tener su boca cubierta no solo le impedía pedir ayuda, sino también (teniendo en cuenta el tamaño de su carita) la mano del agresor, por momentos le tapaba también la nariz, causándole una sensación de asfixia mientras era llevada por la fuerza al interior de la finca.
La niña debió reconocer a su depredador, debió ver su cara. Tomando en cuenta que la pequeña fue golpeada en su cabecita con lo presumiblemente fue una piedra, ella debió haber luchado por su vida, hasta recibir el golpe que la habría aturdido, para introducirla dentro del saco y posteriormente llevarla al río y sumergirla en el agua hasta ahogarla.
¿𝗤𝘂𝗶é𝗻 𝗲𝘀 𝗲𝗹 𝘀𝗼𝘀𝗽𝗲𝗰𝗵𝗼𝘀𝗼 𝗱𝗲𝗹 𝗮𝘀𝗲𝘀𝗶𝗻𝗮𝘁𝗼 𝗱𝗲 𝗝𝗼𝘀𝗲𝗯𝗲𝘁𝗵?
El único sospechoso del asesinato de Josebeth; fue un hombre llamado Alexander Salamanca, vecino de la zona y supuesto amigo de su familia, quién para ese entonces tenía 32 años de edad. El hombre laboraba en una finca en la que se cosechaba palmito de pejibaye. Y se trataba del mismo sujeto que fue visto por el artesano y el niño en la entrada de la finca, donde se presume que desapareció la menor.
Además, La mejor amiga de la víctima, quien era una niña de 11 años, le dijo a la policía que un mes antes, Josebeth le contó (llorando) que un hombre al que llamó: Salamanca, le había estado tocando sus partes íntimas y que ella le tenía mucho miedo. Producto de ese temor, Josebeth, hizo a su amiguita prometerle que no le iba a contar a nadie y menos a su mamá lo que le había dicho. Los profesores de la niña le mencionaron a la policía que Josebeth, últimamente tenía un comportamiento anómalo (en ella), ya que la niña se había visto muy triste y asustada.
Existieron al menos cinco indicios más, que vinculaban a Salamanca con la desaparición y asesinato de Josebeth.
1: El haber sido visto por dos personas en el lugar donde la policía (según la reconstrucción del trayecto) presume que se perdió el rastro de la niña.
2: En la región anal del cuerpo de la víctima, se encontró una espina de planta de pejibaye, casualmente, el sospechoso trabajaba en una finca donde se cosechaba este fruto.
3: según relató la madre de Josebeth a la policía, el día de la desaparición de la menor, Salamanca fue a la casa de la niña a preguntar por ella y ella le contestó que su hija estaba en la escuela.
4: Ese mismo día, el hombre fue visto en actitud de espera, en la entrada de la escuela (con un saco en la mano) por la encargada de atender la pulpería del centro educativo.
5: Tres vellos púbicos encontrados en la camisa y el cuerpo de la menor, tenían relación genética con el sospechoso.
Sobre las pruebas de ADN practicadas a la evidencia capilar encontrada en la humanidad de la víctima, Jorge Rojas, quién para entonces era director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), manifestó en una conferencia de prensa que: El laboratorio forense había determinado, mediante exámenes de ADN, que el vello púbico podría pertenecer a Alexander Salamanca.
Pero, el resultado no era concluyente, debido a que el vello no tenía su raíz. Y el examen tuvo que hacerse con base en el tallo del vello, lo cual no reunía las características genéticas indispensables para que el resultado fuera definitivo.
Explicando en ese momento: Que el examen de ADN dejaba abierta la posibilidad de que el vello perteneciera a hermanos o a tíos del sospechoso, dentro de la línea materna.
Lamentablemente, esto provocó que no se pudiera relacionar con una certeza del 100% a Salamanca, con la evidencia genética encontrada en el cuerpo de la niña. (cabe destacar que el sospechoso no tenia hermanos hombres, sino únicamente hermanas)
𝗜𝗺𝗽𝘂𝗻𝗶𝗱𝗮𝗱
Es importante aclarar que el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) realizó un excelente trabajo de investigación en este caso. A tal punto que, el entonces director de dicha institución Jorge Rojas, informó al país (con una gran seguridad) en conferencia de prensa: Que ya tenían identificado al asesino de la niña, incluso dando nombres y apellidos del sospechoso, manifestando en ese momento que únicamente estaban esperando indicaciones del fiscal a cargo del caso. Indicaciones que nunca recibieron.
Lamentablemente, pese a la gran cantidad de pruebas y los testimonios que señalaban a Alexander Salamanca Segura como el agresor sexual y asesino de Josebeth Retana, el fiscal a cargo de la investigación: Minor Jiménez Alvarado rechazó todas las evidencias presentadas por los investigadores del OIJ, siendo cuestionado con frecuencia por los agentes de dicho organismo, por no prestar atención a los informes que se le presentaron sobre el homicidio de la niña.
El 22 de noviembre del 2007, sin informar a la prensa ni a los familiares de la niña, Luis Alberto Soto Barrantes, fiscal que sin haber participado en la investigación del caso, dictó la resolución mediante la cual se archivó el expediente sobre el homicidio de Josebeth Retana Rojas . Curiosamente, años después, ambos funcionarios fueron nombrados jueces de la república.
Catorce años después del homicidio de su hija (en el 2019) la madre de Josebeth presentó un escrito a la entonces fiscala general de la República, «la famosa» Emilia Navas Aparicio, para que le indicara formalmente si el homicidio de su hija estaba prescrito, pero la funcionaria le respondió que la consulta había sido trasladada a la Fiscalía de Sarapiquí y este último despacho nunca respondió».
Un dato que llama la atención es que en el año en el que ocurrió el asesino de Josebeth, la señora Emilia Navas Aparicio era la fiscal adjunto de la provincia de la provincia de Heredía, es decir; Era la jefe inmediata del fiscal que «dirigió» la investigación sobre el asesinato de la niña.
¿𝗣𝗼𝗿𝗾𝘂𝗲 𝗲𝗹 𝗰𝗮𝘀𝗼 𝗾𝘂𝗲𝗱𝗼 𝗶𝗺𝗽𝘂𝗻𝗲?
En el año 2015 el caso prescribió, esto, porque para ese entonces, la ley de nuestro país dictaba que todo delito prescribía a los diez años de haberse cometido sino se lograba (en el margen de ese tiempo) demostrar la culpabilidad de la persona acusada, es decir; aunque hoy el asesino de Josebeth confesara su delito y se entregara a las autoridades, no podría ser juzgado. Cabe destacar que Salamanca nunca fue acusado por el fiscal a cargo del caso, ni siquiera fue presentado por la fiscalía como sospechoso del crimen.
¿𝗣𝗼𝗿𝗾𝘂𝗲 𝗲𝗹 𝘀𝗼𝘀𝗽𝗲𝗰𝗵𝗼𝘀𝗼 𝗻𝗼 𝗳𝘂𝗲 𝗹𝗹𝗲𝘃𝗮𝗱𝗼 𝗮 𝗷𝘂𝗶𝗰𝗶𝗼?
Todas las pruebas y los testimonios recopilados por el OIJ fueron ignorados, rechazados y desestimados por el fiscal, quién ni siquiera llegó a solicitar la detención del sospechoso para ser indagando.
Técnicamente, quién debía ser el responsable de llevar al presunto asesino de la niña ante los tribunales de justicia, por el contrario se encargó de obstaculizar todas las pruebas presentadas por los investigadores y por ende paralizar el proceso hasta la prescripción del caso.
Nunca se sabrá a ciencia cierta el porqué la justicia costarricense le dio la espalda a esta niña, pero mediante investigaciones realizadas por el OIJ se logró comprobar que el fiscal que llevó la investigación del caso, mantenía (en ese entonces) una relación sentimental con la hermana del sospechoso del asesinato de Josebeth, y aunque no es posible afirmarlo, las personas cercanas al caso aseguran que esa fue la causa por la que el fiscal no llevó a Salamanca ante los tribunales de justicia.
Durante todo este tiempo, el único sospechoso del asesinato Josebeth, ha llevado una vida completamente normal, se casó y tiene dos hijos, uno de 10 y otro de 16 años.
Mientras tanto: «El ángelito de Ticari» como la recuerdan con cariño en su pueblo, mira desde el cielo como su asesino vive tranquilamente y la justicia costarricense simplemente: Se olvidó de ella.
Periodista Cristian Chavez
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