Guardacostas y pescadores responsables evitan que 33 kilómetros de trasmallos ilegales causen graves daños al ambiente y al sector pesquero
· Pescadores responsables son los principales defensores de los recursos pesqueros al denunciar a quienes insisten en usar rastras, encierros y trasmallos ilegales en el Golfo de Nicoya
· Cada día son más las asociaciones de pesca responsable que se alían con el Guardacostas para denunciar a quienes destruyen el recurso pesquero y ambiental
La alianza entre agrupaciones de pescadores responsables y el Servicio Nacional de Guardacostas, a fin de proteger el ambiente y los recursos pesqueros del Gofo de Nicoya y otras zonas del país, se fortalece día a día, producto de lo cual en lo que va del 2022 más de 33 kilómetros de artes de pesca ilegales han sido retirados de los mares nacionales.
El constante trabajo en acciones de planificación contra la pesca ilegal, así como para prevenir otros delitos ambientales, ha sido primordial para preservar y permitir el óptimo desove, desarrollo y reproducción de muchas especies marinas de nuestros mares, en especial de la parte interna del Golfo de Nicoya.
Gracias a las frecuentes denuncias formuladas por los pescadores que sí protegen el ambiente y sus propios recursos pesqueros, en lo que va del año, el Servicio Nacional de Guardacostas ha podido retirar y destruir más 33 kilómetros de trasmallos ilegales.
Dichos trasmallos generan un impacto ambiental negativo, pues muchos peces que no han terminado su proceso de desarrollo mueren y al final son desechados por los mismos pescadores, pues dichos especímenes no son aptos para la venta.
La mayor parte de estos decomisos y hallazgos de trasmallos ilegales han tenido lugar en el Golfo de Nicoya, lo cual ha sido posible gracias a las coordinaciones con las asociaciones de pescadores locales con la Estación de Guardacostas de Puerto Níspero, cantón de Cañas, Guanacaste.
Uno de los más importantes decomisos de estas redes ilegales tuvo lugar a mediados de este mes entre las islas de Chira y Venado, donde los pescadores irregulares, al percatarse de la presencia policial, soltaron los trasmallos y huyeron.
Fue así como los guardacostas realizaron el levantamiento de más de 4.800 metros de trasmallos, que se utilizarían de forma ilegal, ya que las dimensiones de la luz de malla estaban fuera de lo permitido por la legislación pesquera nacional.
Afortunadamente en las redes no había especímenes atrapados, tal y como ocurre frecuentemente con peces y otros animales que, al no tener la talla indicada para fines comerciales, los pescadores los desechan, con el consiguiente daño a los ecosistemas marinos.
Tal y como lo explicó el comandante Juan Carlos Vargas, biólogo marino del Guardacostas, con la destrucción de estos organismos, ya sean peces, crustáceos u otros animales, se causa una alteración al equilibrio ecológico.
Lo anterior debido a que no solo se le causa un daño a la especie cuyos individuos son eliminados sin alcanzar su edad adulta, sino que también se afecta la relación de esas especies con otras, lo cual finalmente provoca la disminución de los recursos disponibles para la actividad pesquera.
Conforme pasan los años se tienen cifras alarmantes en temas de hallazgos y decomisos que se realizan de estas artes de pesca que, según sus dimensiones, son prohibidas en ciertas áreas como las costas, las zonas rivereñas, las desembocaduras de los ríos y parques nacionales, entre otras áreas protegidas.
El comandante Marco Ortiz, director de la Estación de Guardacostas de Puerto Níspero, Cañas, Guanacaste, agradeció el apoyo de los pescadores responsables, que son en su gran mayoría, pues con sus denuncias ayudan a que las autoridades realicen una constante vigilancia para preservar los recursos del Golfo de Nicoya en beneficio de la misma comunidad pesquera.
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