El expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández (2014-2022), se ha declarado no culpable por los crímenes de tráfico de cocaína y posesión de armas pesadas de los que le acusa el Gobierno de Estados Unidos, motivo por el que fue extraditado el pasado 21 de abril. Este martes ha comparecido en un tribunal federal de Nueva York.
No culpable, su señoría» ha respondido Hernández a la pregunta del juez Kevin Castel sobre cómo se declaraba de los cargos presentados contra él.
En su primera comparecencia en persona ante la justicia en Estados Unidos, Hernández ha aparecido vestido con el uniforme azul de la cárcel donde espera la celebración de su juicio, y al entrar en la sala, con mascarilla, ha sonreído y saludado al público y a la prensa.
El gobierno de Estados Unidos considera a Hernández culpable de «participar en una conspiración de corrupción y tráfico violento de drogas y propiciar la importación de miles de kilos de cocaína a los Estados Unidos«, según lo expresó ya el pasado 21 de abril, día de su extradición. Hernández «supuestamente recibió millones de dólares para utilizar su cargo público, las fuerzas del orden y el ejército para respaldar organizaciones de narcotráfico en Honduras, México y otros lugares«.
La siguiente vista será el 28 de septiembre
El juez ha adelantado que le gustaría fijar como fecha para el comienzo de la selección del jurado popular el 17 de enero. Pero mientras tanto, la siguiente vista ha sido fijada para el 28 de septiembre, para dar tiempo a la Fiscalía a terminar de reunir las pruebas en contra del expresidente hondureño y a la defensa para revisarlas.
El pasado 22 de abril, el exmandatario, que ha insistido en su inocencia en innumerables ocasiones, compareció desde su celda por conferencia telemática ante el juez de instrucción Stewart Aaron, que le leyó sus derechos y los cargos contra él.
Hernández, de 53 años, está acusado de tres delitos cometidos supuestamente entre 2004 y 2022: conspiración para la importación de cocaína, posesión de ametralladoras y armas pesadas y conspiración para la posesión de dicho armamento, por lo que podría enfrentarse a cadena perpetua en caso de ser hallado culpable.
El exjefe de la policía hondureña, también acusado
Juan Carlos «El Tigre» Bonilla, exjefe de la policía hondureña, de 61 años, está acusado de «supervisar» operaciones de narcotráfico en nombre del expresidente Juan Orlando Hernández, por lo que también fue extraditado el pasado martes a Estado Unidos.
Está procesado por «abusar de su posición en la policía hondureña para burlar la ley y desempeñar un papel clave en una vasta conspiración internacional de tráfico de drogas».
Según las acusaciones, «en nombre del exdiputado hondureño Tony Hernández y de su hermano, el presidente Juan Orlando Hernández, el Sr. Bonilla supervisó el transbordo de cargamentos de varias toneladas de cocaína con destino a Estados Unidos. En marzo de 2021, la justicia estadounidense condenó al exdiputado Tony Hernández a cadena perpetua.