- Caso se considera poco frecuente.
- Tumor se alojó en la parte posterior del muslo y pesó 5 kilogramos.
- Cirugía oncológica ortopédica para el salvamento de la extremidad duró cinco horas
Especialistas del hospital Maximiliano Peralta (Cartago) llevaron a cabo una cirugía de alta complejidad, para extraer un tumor (liposarcoma de bajo grado malignidad) de cinco kilos, localizado en la extremidad derecha de un hombre de 37 años.
El doctor Álvaro Carvajal Montoya, especialista en ortopedia y traumatología (con un enfoque en cirugías tumores óseos y tejidos blancos), estuvo a cargo del caso y comentó que el paciente presentaba una masa gigante (liposarcoma) de aproximadamente ocho meses de evolución en el compartimento posterior y fosa poplítea (parte posterior del muslo) que al momento de la extracción pesó 5 kilos y midió cerca de 13 centímetros de longitud por 10 centímetros de ancho.
Al ser un tumor gigante, agresivo localmente, generaba limitaciones funcionales al paciente, porque comprimía vasos y nervios que producían síntomas mecánicos, como alteración en la movilidad, complicaciones para desarrollar actividades cotidianas y presencia de dolor.
El hecho de que sea de bajo grado malignidad no quiere decir que no sea agresivo, sino que las posibilidades de metástasis son menores, un factor que ofrece más oportunidades a las personas indicó el galeno.
El paciente fue referido por especialistas del hospital William Allen (Turrialba) hace aproximadamente dos meses. Desde entonces se le realizaron exámenes y valoraciones por parte de un equipo interdisciplinario compuesto por oncólogos médicos, cirujanos oncólogos, terapeutas, patólogos, radiólogos, cirujanos generales y vasculares, entre otros, para determinar la mejor alternativa quirúrgica de salvamento para la extremidad, ya que estos casos no reciben quimioterapia ni radioterapia de forma primaria.
Es la primera vez que un liposarcoma gigante con estas dimensiones es intervenido en el hospital, de hecho, el especialista Carvajal explicó que los tumores óseos y de tejidos blandos representan menos del 5% de los tipos de cáncer que se diagnostican en el país, y los casos malignos alcanzan menos del 2%.
La cirugía se llevó a cabo el 17 de octubre y se trató de un procedimiento complejo que duró cinco horas, entre la inducción de la anestesia y el control posoperatorio.
Además, se requirió la presencia del cirujano vascular para la disección de los vasos sanguíneos con el fin de extraer el tumor y disecarlo con márgenes adecuados para revisar el tejido sano y descartar la presencia de células malignas. También se hicieron movimientos de músculos (cambios de posición) para dar soporte a las áreas donde no había, precisamente por la invasión del tumor.
El doctor Ruddy Canales Vargas, jefe del servicio de Cirugía del hospital Maximiliano Peralta, dijo sentirse muy satisfecho de que el doctor Carvajal se uniera al equipo de especialistas del establecimiento de salud en julio de este año.
“En Costa Rica hay seis especialistas que se enfocan en este tipo de procedimientos y uno de ellos es el doctor Carvajal. No me cabe duda que el equipo de ortopedistas del hospital Maximiliano Peralta, que cuenta con personal altamente calificado y atiende todo tipo de traumas, se verá aún más consolidado teniendo un especialista con amplia experiencia en resecciones de tumores benignos y malignos (tumores óseos y tejidos blandos), lesiones traumatológicas de cadera y pelvis, así como cirugías de preservación de cadera, ampliando las posibilidades a los usuarios, y evitando en muchos casos, traslados a otros centros hospitalarios”, aseguró.
El hospital cartaginés reúne las condiciones para que este tipo de cirugías se sigan llevando a cabo, “tiene la capacidad instalada, el equipo humano y la ventaja de que, al ser un centro más pequeño con respecto a los hospitales nacionales, podemos trabajar de una manera más ágil”, manifestó el doctor Carvajal.
El paciente, quien se recupera de esta exitosa cirugía, comentó que su vida se había vuelto muy compleja porque se desempeña como chofer y la incomodidad y el dolor que le generaba el roce con el asiento del vehículo y a la hora de dormir eran enormes.
Al egresar del establecimiento de salud, demostró que con apoyo de una andadera era capaz de movilizarse y con una sonrisa en su rostro dijo: “hasta los médicos están sorprendidos por la rapidez con la que voy evolucionando”. Egresó el 23 de octubre y ahora se mantendrá en rehabilitación.