Un estudio del Observatorio de la Tierra de Singapur (EOS) de la Universidad Tecnológica de Nanyang y el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de la Universidad Nacional (OVSICORI-UNA), publicado recientemente en Geophysical Research Letters. evidenció las primeras observaciones de sismos lentos bajo y frente a la Península de Osa, en el sur de Costa Rica.
El estudio, liderado por Mason Perry, investigador del EOS junto con investigadores del OVSICORI-UNA reveló las características de cuatro eventos, dos ocurridos a principios y finales de 2018, mientras que otros dos se registraron a principios y mediados de 2022.
En un principio la investigación se desarrollaba sobre los dos eventos que sucedieron en 2018; sin embargo, cuando el equipo estaba a punto de presentar el artículo para su publicación, ocurrieron dos eventos lentos nuevos, los cuales dieron más confianza al equipo de investigadores en su estimación de que los sismos lentos ocurren por debajo de la Península de Osa cada cuatro o cinco años.
Los sismos silenciosos ocurren a menudo en zonas de subducción en el límite de dos placas tectónicas. En todo el mundo, incluyendo el sudeste asiático, las zonas de subducción tienden a ser offshore. Por lo tanto, la obtención de datos de desplazamientos lentos cerca de su fuente requiere instrumentos extremadamente especializados y costosos.
Sin embargo, la zona de subducción cerca de la Península de Osa es diferente; la misma se encuentra muy cerca de la península, lo que ofrece una particularidad para que los científicos estudien sismos lentos poco comunes utilizando instrumentos como estaciones terrestres del Sistema Mundial de Navegación por Satélite (GNSS).
Potencial sísmico en Osa
Una mejor comprensión del desplazamiento de los sismos lentos y su distribución cerca de la Península de Osa ayudaría a los científicos a estimar mejor dónde es más o menos probable que ocurra deslizamiento en la falla durante el próximo terremoto en la región.
Las observaciones de los sismos lentos, tal y como se hace en la Península de Osa, también pueden esclarecer los mecanismos clave que impulsan estos eventos en otras regiones, incluido el sudeste asiático.
Perry precisó que los científicos de OVSICORI-UNA se han estado preparando para futuros eventos mejorando sus redes de monitoreo, densificado la red sísmica regional y han establecido una densa red de GNSS en funcionamiento continuo en la Península de Osa y sus alrededores. «Esto se traduce en un conjunto de datos robustos que son clave para entender mejor la tectónica de la región», acotó Perry.
Trabajo colaborativo
Este trabajo impulsado por el OVSICORI-UNA en colaboración con el EOS, surgió como una contribución al monitoreo y análisis continuo de la actividad tectónica a lo largo de la Península de Osa, la cual ha experimentado al menos tres grandes eventos (magnitud mayor que 7) en la historia reciente: en 1904, 1941 y 1983, en intervalos de aproximadamente 40 años.
Perrry indicó que el trabajo colaborativo con el OVSICORI-UNA en el monitoreo de las actividades sísmicas en Costa Rica es invaluable para comprender los peligros sísmicos de la región.
Marino Protti, científico del Ovsicori-UNA y co-autor de esta investigación junto con Cyril Muller, también investigador de este instituto, recalcó que la manera de ejecutar dicho estudio fue eficiente. «Compartimos datos, los procesamos e interpretamos conjuntamente y más importante aún, mantuvimos reuniones virtuales mensuales para discutir resultados, interpretaciones y conclusiones», destacó Protti.
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