«Hay un hecho innegable y es que hay violencia hacia personas menores de edad, pero también ejecutada por personas menores de edad», mencionó este lunes la fiscala adjunta Penal Juvenil, María Gabriela Alfaro Zúñiga, durante el programa de radio Frecuencia MP.
La jefa de ese despacho detalló que, por esa razón, existe en Costa Rica la Ley de Justicia Penal Juvenil, la cual entró en vigencia en 1996 y está protegida por un principio de privacidad y confidencialidad. Esta aplica para personas que tienen entre 12 y menos de 18 años de edad.
«En aquellos casos donde se determine que una persona menor de edad haya participado en un delito o una contravención, y es menor de 12 años, debe comunicarse al Patronato Nacional de la Infancia, en virtud de que, por un principio de legalidad, el Ministerio Público no puede intervenir», explicó.
Durante la edición de este lunes, la fiscala especializada explicó que, en el caso de los hechos de violencia en centros educativos, no se puede afirmar categóricamente que estos estén en aumento, sino que existe mayor publicidad, ya sea por medio de redes sociales o por parte de los medios de comunicación.
La funcionaria explicó que, en los primeros siete meses del año, existe registro de 3.034 causas contra personas menores de edad y, según la estadística, 310 de ellas corresponden a hechos de violencia en centros educativos.
«Con esto no quiero minimizar la gravedad de la situación de la violencia en centros educativos porque, al analizar el fenómeno, es una alerta grave frente a la cual debemos intervenir, pero debemos comprender que existe otra cantidad de factores que van a influir para la determinación de otro tipo de delincuencias o ámbitos donde se está ejecutando la violencia por parte de personas menores de edad», enfatizó.
La fiscala adjunta explicó que, según ha observado la Fiscalía Penal Juvenil, no existe una edad específica para que las personas menores de edad empiecen a ejecutar actos delictivos. Sin embargo, existen factores específicos que hacen más propensa a esta población, como lo es el consumo de psicotrópicos.
«Este es un factor claro de riesgo para agrupaciones inadecuadas, para que sean reclutados por organizaciones criminales, debido a este vínculo con el consumo de sustancias psicoactivas», explicó Alfaro.
Durante la entrevista, la experta detalló que existen factores que pueden incidir en la violencia entre personas menores de edad. Entre ellos está el temperamento, el poco manejo del impulso, falta de control de ira, familias disfuncionales, violencia intrafamiliar, falta de acceso a educación, pobreza y falta de apoyo y contención familiar.
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