Kilómetro 35, Golfito, frontera sur
• Sujeto intentó burlar puesto policial indicando que solo transportaba ayotes, pero luego admitió llevar un cargamento de licores sin la debida documentación fiscal
• Autoridades también le decomisaron las placas del camión
• Conducía con licencia que no correspondía al tipo de vehículo y además estaba vencida
Gracias a las constantes acciones preventivas de la Policía de Fronteras, a lo largo de las diversas rutas usadas por las organizaciones criminales para transportar todo tipo de mercancías ilegales, la tarde del miércoles fue interceptado un cargamento de licores contrabandeados con un valorado aproximado a los siete millones de colones.
El cumplimiento tuvo lugar en el puesto de Kilómetro 35, distrito de Guaycará de Golfito, zona sur, durante una revisión que efectuaban los oficiales de un camión procedente de la frontera con Panamá.
Tras una revisión superficial ellos observaron que se trataba de un cargamento de ayote, pero en vista de que frecuentemente los traficantes de licores utilizan productos agrícolas para camuflar cargamentos de licores y otros productos contrabandeados, optaron por efectuar una inspección más detallada.
Fue así como, tras quitar gran cantidad de ayotes, los policías fronterizos observaron varias cajas con licores, ante lo cual el conductor, quien es de apellido Murillo, indicó que en efecto transportaba bebidas alcohólicas y que no contaba con las respectivas facturas.
De inmediato los miembros de la Policía de Fronteras procedieron a coordinar con sus colegas de la Policía de Control Fiscal para que se encargara de las diligencias correspondientes.
Es por ello que, luego de descargar y contabilizar todo lo que iba a bordo del camión, las autoridades determinaron que se trataba de 280 cajas de cervezas y 30 cajas de una bebida a base de ron con cola, para un total de 7.440 unidades de bebidas alcohólicas, cuyo valor en el mercado podría superar los siete millones de colones.
Sin embargo, las irregularidades con respecto a este vehículo no acabaron con el decomiso, ya que, dada la forma irregular en que Murillo conducía el automotor, este se hizo acreedor de cuatro boletas por diversas infracciones a la Ley de Tránsito.
Entre otras anomalías, Murillo no contaba con triángulos de seguridad, ni tarjeta de pesos y dimensiones, además de tener su licencia vencida y no ser apta para la conducción del camión, por lo que la Policía de Tránsito le decomisó las placas al vehículo.