Vladimir Andonov, de 44 años, fue abatido por un francotirador cerca de Járkov durante una misión de reconocimiento el 5 de junio
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Un mercenario ruso, que ha sido acusado de participar en el asesinato de prisioneros de guerra y civiles, se ha convertido en la última figura militar de alto rango de las fuerzas de Vladimir Putin en morir en la guerra de Ucrania.
Canales de redes sociales y periódicos rusos informaron que Vladimir Andonov, de 44 años, había sido asesinado por un francotirador en Járkov, la segunda ciudad de Ucrania. «Murió por la noche durante el reconocimiento del área, junto con su camarada, presumiblemente a manos de un francotirador», publicó el domingo el canal de Telegram Peleng 03, con información del diario ruso de circulación masiva ‘Moskovsky Komsomolets’.
Andonov provenía del distrito de Mogoytuysky, territorio de Transbaikal en la república siberiana de Buriatia, cuyo medio de comunicación local, ‘Gazyeta Nomer Adeen’, lo describió como el «voluntario más famoso» de la región al informar sobre su muerte.
La base de datos ‘Peacemaker’ administrada por Ucrania, que enumera los crímenes militares rusos, dijo que en febrero de 2015, Andonov participó en la ejecución de prisioneros de guerra del ejército ucraniano en Logvinova, Donbass, en el este de Ucrania, donde se había ofrecido como voluntario. Esta misma lo describe como un «mercenario ruso» y un «verdugo».
En una entrevista de 2017, Andonov comentó a ‘Gazyeta Nomer Adeen’ que tenía «motivos ideológicos» para ir a la región de Donbass porque su abuelo había luchado en Ucrania en la Segunda Guerra Mundial contra las fuerzas de Stepan Bandera, un nacionalista ucraniano colaborador de la Alemania nazi.
También conocido por el nombre de guerra de ‘Vakha’ o ‘el voluntario de Buriatia’, Andonov formaba parte del Grupo Wagner de mercenarios que sirven para Putin en los conflictos, pero cuyos vínculos con los objetivos militares de Rusia son negados por el Kremlin. Estos mercenarios se han ganado reputación de sanguinarios por librar batallas que los militares regulares de Rusia no pueden, participando en masacres, torturas y asesinatos indiscriminados.
Andonov luchó en operaciones rusas en Siria y Libia y en diciembre de 2017 recibió una medalla al mérito militar. A finales de ese año desapareció, borrando todo su rastro en Internet.
Su muerte se produce cuando otros dos comandantes de Putin, el general Roman Kutuzov y el teniente general Roman Berdnikov, fueron asesinados por la artillería ucraniana en la región de Donbass. Aunque las autoridades rusas no lo confirmaron, el reportero de la televisión estatal Alexander Sladkov declaró que Kutozov, quien era comandante del 5º Ejército de Armas Combinadas de Rusia, había «conducido el ataque». El medio de comunicación ruso Volya Media informó sobre la muerte de Berdnikov.